domingo, 27 de junio de 2010

Basta de esquizofrenia.

Si. Basta. Hoy renuncio. No soy una unidad. No hay una sola versión de mí misma. Tengo pensamientos, sentimientos y personalidades que se andan a contramano dentro de mí. Soy la princesa y soy la más malvada de todas las brujas. Soy dulce y tierna pero también desapegada y fría. Te quiero y te aborrezco. Te odio y te deseo. La más púdica de todas las católicas y la más puta de todas las mortales.
Por eso a veces, elijo jugar, desvestirte botón a botón, piel a piel, paso a paso. Besar tu boca con paciencia y con astucia, recorrerte con mi cuerpo, inocentemente, para descubrirlo. Te hago el amor, me fundo en vos. Te acaricio lento, sin pausa, sin prisa. Te reconozco y te invito dentro mío. Dulcemente. Dulce y gozoso. Me aferro a vos, a tu mundo, con alas y con energía. Y necesito ser una sola con vos.
Y que seas uno solo en mi.
Y por eso también, es que otras veces, el juego es vil, y destrozo tus harapos como una fiera voraz, y no beso tus labios sino que muerdo tu boca, y no te recorro el cuerpo sino que te apreso y te hago mi súbdito. Las manos no acarician pero aprietan. Me regocijo en tu mirada extraviada y extasiada por como me sirvo de tu miembro para entregarme el placer. No me fundo en vos. Arremeto en lucha cual soldado dispuesta al ataque, a la guerra. La guerra en el perímetro de esa cama. Rompo en mil pedazos la armonía del amor. Armonía que se rompe en esa experiencia vital de matarte y morir para volverse a formar luego, con mis propias fuerzas de individuo...
Y es en ese punto, donde los pechos se hacen tetas, la cola culo y el pene pija. El deseo se transfigura en calentura, hacer el amor en coger, saborear en lamer y chupar.
Y después de un segundo, de una fusión, de una transfusión, vuelve la calma. Y mi lobo estepario yace tendido, desnuda, en una cama como campo de batalla. Y no sé como mirarte.
Porque la contradicción que se antepone a la aceptación es más grande.
Porque solo en los momentos de extremidad es donde sale lo mas indómito de mi. Mi lado más animal. Mi lado más feroz. Mi valentía más pudorosa.
Me ruborizo y cubro mis partes, como queriendo vestir a la fiera. Taparla, cubrirla. Me trepo por tus pies descalzos, para cubrir tu desnudez y mi vergüenza. Y dibujo caricias nobles sobre tu cuerpo tranquilo.
Y te miro mirándome, para verme como me ves. Porque ya mis ojos no se miran. Mi cuerpo no se entiende. Mi mente se retuerce. Mi sexo se ha debilitado.
Me acurruco contra vos. Como formando una guarida donde resguardarme de la salvaje criatura que minutos antes había querido devorarte.
Es como pedirte que en cómplice actitud, me cubras con tus brazos y me sigas el juego. Y puedas cambiar, nuevamente, con total volatilidad, las reglas y los nombres. Y se altere de nuevo, la semántica, la desnudez, la luz y los sentidos.
                        

                                    Y al fin y al cabo. Todo lo que necesito, todo lo que quiero
                            Es lo mismo que todo individuo. Que me amen así. En mi entera totalidad.

sábado, 26 de junio de 2010

La princesa y el pirata

Cuentan que había una vez una princesa que vivía en un estante de una vieja biblioteca.
Su casa era un cuento de hadas, que casi nadie leía, que estaba entre un diccionario y un libro de poesías.
Solamente algunos chicos acariciaban sus páginas y visitaban a veces su palacio de palabras.
Desde la torre más alta, suspiraba la princesa.
Lágrimas de tinta negra deletreaban su tristeza.
Es que ella estaba aburrida de vivir la misma historia que de tanto repetir se sabía de memoria:
La bruja que la hechizaba por envidiar su belleza
y el príncipe rescatándola y casándose con ella.
Cuentan que cuentan que un día justo en el último estante
alguien encontró otro libro que no había visto antes.
Al abrir con suavidad sus hojas amarillentas salió un capitán pirata que estaba en esa novela.
Asomada entre las páginas la princesa lo miraba.
Él dibujó una sonrisa sólo para saludarla.
Y tarareó la canción que el mar le canta a la luna y le regaló un collar hecho de algas y espuma.
Sentado sobre un renglón el pirata, cada noche, la esperaba en una esquina del capítulo catorce.
Ella subía en silencio una escalera de sílabas para encontrar al pirata en la última repisa.
Y se quedaban muy juntos hasta que salía el sol, oyendo el murmullo tibio del mar, en un caracol.
Cuentan que cuentan que en Julio los dos se fueron un día y dejaron en sus libros varias páginas vacías.
Muchos otros personajes ofendidos protestaban:
–Las princesas de los cuentos no se van con los piratas.
Pero ellos ya estaban lejos, muy lejos, en alta mar y escribían otra historia conjugando el verbo amar.
                                           El pirata y la princesa aferrada al brazo de él
                                           navegan por siete mares en un barco de papel

martes, 22 de junio de 2010

Aunque parezca mentira

El universo giraba constante y nosotros nos sentábamos por horas a mirarnos, deteniendo los relojes, las historias y las guerras. Y creímos ser felices. Un día decidiste irte con ese universo y yo me quede estática, sin poder articular movimiento, ni palabra, ni pensamiento. Hubo noches donde creí que olvidarte era imposible. Que sacarte de de mi cabeza, arrancarte de mi cuerpo, abolirte en mi deseo era como el suicidio mismo. Te lloré a lágrima tendida. Te dibujé la sonrisa, hice croquis de tus manos, te inventé lunares, te adiviné el tacto.

Momentáneamente, se congelaron mis sonrisas y puse mis sueños en plazo fijo para retirarlos con creces el mes siguiente. No parecía posible volver a ser de mil colores. La princesa era más cenicienta que nunca. Ceniza. Gris. Polvo. Alguien vistió mis trajes durante semanas, hizo mi trabajo, se expresó en mis reuniones, despachó pedidos y atendió el teléfono. Alguien lo hizo por mí, mientras yo andaba en piloto automático.
Una noche, decidí que el tiempo había pasado lo suficiente. El mundo ya estaba pasándome de largo. Escupí verdades sobre una pantalla de 14 pulgadas, arremetí en lucha contra tus silencios. Desahogué mi ser de toda la impotencia, de la mierda misma, del amor, del deseo. Me vacié. Te maté. Te fumigué.
Y hoy desperté feliz. Preparé desayunos con jugos y tostadas. Me permití una cucharada extra de mermelada. Me compré flores. Use mi perfume más caro. Sonreí a los piropos, use mi vestido más sugestivo. Salí a correr por el parque escuchando mi música más optimista.
Me aferro con uñas y dientes a la certeza de que todo irá bien. Mi sonrisa volverá a brillar en la oscuridad, me mudaré, empezaré ese taller que tanto me tienta y encontraré donde canalizar todo ese exceso de energía.
                                           Hoy, declaro el estado de optimismo.
                                    Así, de la nada. Porque no necesito más razones.

domingo, 20 de junio de 2010

Como un eco perdido, como un sol sin mañana

Una vez prometí morir y renacer todos los días. Para no verle la cara a la rutina.
Para que mis pasos tuvieran un sonido distinto cada día.
Para ponerle una cara distinta a la mañana de libros,
de clases con números y palabras que comprendía.
Para entregarme a un sueño nuevo,
para repetir lo cotidiano tratando de asimilar la novedad.
Por eso, el deseo insatisfecho de mis radas nuevas,
de palabras desconocidas, de vibraciones que traspasen la piel.
Por eso lo amé. Por eso fui feliz.
Pero hay que empezar a descubrir qué hacer para que no termine algo que se necesita tanto,
para matar los adioses sin palabras,
para pelear contra el vacío que llega,
para romper con la impotencia de no poder hallar porqués para negar las despedidas.
Porque sé que estoy donde no quisiera estar.
Porque todos los días no son más que una oportunidad
para seguir viviendo,
porque soy tan tremendamente cobarde,
porque creo ir lamiendo solo el costado de mis días,
porque tengo ganas de hacer cosas que no hago…
por todo esto que se me junta atropelladamente y me confunde,
y me hace llorar.
                        
           Porque me hace sentir impotente, porque quiero,
                     porque no puedo hacerlo.

sábado, 19 de junio de 2010

A cada hombre, a cada mujer




                           Yo canto para alcanzarte

                            atravesando todo el azul
                 Yo canto para mostrarte que sangro igual que vos
                                        y está oscuro en esta cárcel
                     que soy desde que tengo memoria
                                    y está ciega mi mirada
                                sin tu luz.
                               Yo canto para abrazarte
                        porque encenderte ya no me basta
                                 yo canto para librarme
                 de las cadenas negras de ideas y palabras
                            que trazan una línea en el agua
                                  dividiendo lo indivisible
                                                 vos y yo.
                                                   Uno y uno y
                                                                    uno en uno y
                                                                                         uno a uno y
                                                                                                           todo en uno en mí.
                                                   Uno y uno y
                                                                       uno en uno y
                                                                                         uno a uno y
                                                                                                             todo en uno en ti.
                                 Yo canto para escucharte
                                   porque tu voz es la melodía
                                     canto para nombrarte
                               en incontables nombres y rostros y señales,
                                        la gota de agua, el pan, los trigales,
                                               reflejando cada espiga
                                   todo el sol.
                                reflejando cada espiga
                                                todo el sol.
                                 reflejando cada espiga
                                            todo el sol.
                                   Uno y uno y uno en uno y uno a uno y todo en uno en mí.
                                   Uno y uno y uno en uno y uno a uno y todo en uno en ti.

Un mensaje para sonrisa y lagrima

Gracias por ser tan linda amiga, pasa lindo el finde. Disfrutalo. No hay dia del padre...es solo el dia de la bandera! Un abrazo!
                   Y en el medio del colectivo sonreí en el mismo momento en el que rompí en llanto.
                                     A donde estas papá que ya no te puedo ni nombrar?

viernes, 18 de junio de 2010

Encima de todo !!

A veces me molesta ser minita. Otras no me molesta tanto. Pero hay dias, como hoy,
                         en los que, si ademas de minita, me transformo en ovarica...
                                            Me quiero pegar un tiro!

jueves, 17 de junio de 2010

El mejunge del ABC

Cuando F me dejó, escribió: ”no entendes boludita que nos vamos a perder lo cotidiano? El ser, el estar tirados en una cama haciendo nada, pero sabiendo que el otro esta ahí“. No lo entendí. O no quise entenderlo.
Pero recién vuelvo a casa, con la panza llena de pizza de cantimpalo y creo que finalmente, entendí su punto.
Salí a cenar con un A. Un amigo, que es solo amigo a pesar de todas las ganas del mundo de que, a veces, deje de serlo.
La historia con A es algo complicada porque es amigo de mi ex, y si bien desde el primer momento en que nos vimos hubo una conexión, jamás hicimos nada. Desde hace un tiempo, nos vemos más seguido, solo con onda de amigos. Compartimos salidas a un boliche, a cenar o al cine. Pero solo de amigos. Hablamos de cada uno, de la vida y de lo que salga.
A me gusta. Es cierto. Pero con su amigo viví muchas cosas y no me gustaría causarle daño si se entera que A y yo decidimos darnos el permiso de vivir algo juntos. Quien lo ha vivido, sabe que es una situación de mierda.
El punto era otro. Me desvié. El punto es que con A comparto sus ademanes cuando habla, le aprendo los gestos, comparto una cena improvisada un miércoles por la noche, organizo salidas en 3 mensajes de texto y puedo verle los ojos cuando quiero.
Cuando amas a alguien, ese amor se retroalimenta en base a todas las cosas que compartís. No en base a todo lo que imaginas compartir.
Me enamoran las caricias un día de sol o una noche de lluvia, me enamora la forma de hacerme compañía sin estorbar, sin ahogarme. Me gusta la espontaneidad con la que me llevas de paseo o como me propones hacernos el amor a las tres de la mañana porque estas aburrido y sin sueño. Hacer zapping echados en el sillón sin parar en ningún canal por más de media hora, que me avises los pozos del asfalto cuando manejo, y que me abras la puerta para invitarme a jugar.
Todo eso, hace que yo quiera más. Nunca viví una relación a la distancia. Pero suponiendo que no tengo la libertad para hacer todo lo que nombré sin tener que agendarlo antes, me imposibilita concebir el amor.
La cagada, es que, a pesar de todos estos argumentos, sigo sintiendo que A no puede volar como F, que con N puedo festejar el triunfo del mundial en una cama cual cuadrilátero de lucha y con M quizás, un viajecito a las sierras.
La cagada, es que sigo llenando mi vida de hombres que no me sirven para nada. Porque no me complementan. Lo que tiene A me encantaría que lo tuviera F, lo que tengo con N sería ideal tenerlo con M sumado a la personalidad de F y ni hablar si F contuviera a A M y N
Tengo un enjambre de A F N M y aun me siento vacía!
O soy tremenda mujer histérica que no se conforma con nada, o alguien me esta despedazando al hombre ideal y lo esta poniendo en muchos cuerpos.
El que quiero que me quiera no me quiere, y al que quiero querer no puedo amar, pero el que me quiere no me gusta y así…


                Porque no somos muñequitos de plastilina y nos fusionamos para sacar la
                                                                   mezcla  perfecta?!

martes, 15 de junio de 2010

Ayer pase dos horas en el aeropuerto de Córdoba.

Ví partir el avión que me llevaría a él. Rompí mi pasaje en cuatro partes en el mismo momento en que mi adiós se hizo trizas y algo en mi lo dejó partir para siempre.
Lejos quedó Buenos Aires y lejos quedó mi ilusión. Lejos quedó F.
Para cambiar el aire, hoy reserve una cabañita de troncos en el medio de la montaña más linda de las sierras cordobesas.
Yo me interno un fin de semana ahí y salgo como nueva! , O al menos eso espero.
Por lo pronto, me queda enfrentar un partido más de la selección, tres días de trabajo, un turno con el nutricionista y revisar mi hora de terapia.
Pe (como he dado en llamar a mi magnífica locóloga) afirma que éste, es uno de los mejores momentos de mi vida. No sé si le estoy pagando mucho cada sesión o esta perdiendo la objetividad.
Lo cierto es que hoy me escuche los 45 minutos que duró la sesión, y la verdad, es que empiezo a concordar con ella.
Es cierto que me quedan mil quichicientos asuntos pendientes para revisar. Pero también es hora de reconocerme algunos méritos.
A saber:
# Pude viajar muchos meses alrededor del mundo y volver a casa, sabiendo que a pesar de las peleas, puedo estar en plena soledad conmigo misma. (Y ojo que del otro lado de tu universo, la soledad no es estar sola un fin de semana en tu casa!. Ahí, es SOLEDAD)
# Soy capaz de engordar 20 kg rápidamente, pero también de perderlos. He puesto a funcionar mi fuerza de voluntad, mi inteligencia para buscar recursos y ayudas. Me he comido a la princesa que fui y la he vomitado. Hoy intentamos ser amigas.
# Puedo tomarme con más humor mis fracasos amorosos. Puedo aprender de mis errores y mis miedos para no volver a dejarlos frenarme.
Puedo reponerme a mis frustraciones. Aunque arme un blog en el que escriba renglones solo para evitar armar e mails para él. (Ya lo sé, es algo patético)
# Tengo dos proyectos muy grandes en mi presente. Proyectos sólidos, inteligentes, estimulantes. Y ellos, solo dependen de mi y de mi buena voluntad. Si todo lo anterior es cierto, no deberían fallar.
# He logrado equilibrar mis emociones a un punto saludable. Nada es tan grave y el tiempo, todo lo acomoda. Aunque parezca que no.
# He descubierto y asumido que, soy insistente, perseverante, impulsiva y caprichosa. Puedo olvidar fácilmente las maldades que me han hecho. Y puedo comprender y perdonar, aún sin compartir.



                      Y si bien quedan, quichicientas cosas que solucionar, creo que no voy tan mal.

lunes, 14 de junio de 2010

La culpa de todo la tiene el bobo este

Si sí. Asumilo pebeta. Te derrocaron como al gobierno de Perón. No podes volver atrás y evitarlo. Podes inventarte relatos alternativos con finales felices para esta historia, pero serían solo eso, finales alternativos. No se puede cambiar el pasado. Así que ahora te queda aprender, cambiarte el color de pelo, redecorar el dpto, mudarte en el mejor de los cosas, emprender un viaje, hacerte llamar de otra forma y armarte un blog donde escupir sentimientos.
Llora un hora o un día, cosete las heridas, rellena los huecos, fumate un cigarrito, ponete curitas, aprende a cocinar, depilate entera con cera, usa ese jean que te remarca la cola, subite a los tacos, escribí sobre papel, mirate una buena peli. Sobreviví al principio. Verás, como con el tiempo, volverás a vivir.
                Se puede. Estoy casi segura. Y si no se puede, al menos me queda intentarlo.
Cupido... Disparanos a los dos la próxima!, Gracias.
 Que tristeza reconocer
                              que a mi amor
                                                 lo mato tu cobardía

domingo, 13 de junio de 2010

La gran in/Desicion

De niña siempre fui inquieta. Pasaba mucho tiempo arriba de los árboles, corriendo en algún juego, tratando de hacer rendir el día, exprimiéndolo, experimentándolo. No quería siestas ni recreos.
Mi adolescencia, fue una etapa sumamente intensa, en la que toda experiencia nueva era de tal intensidad que vivía en una constante revolución. Nunca supe de grises, y fue en esta etapa quizás, donde la vida me sonó más que nunca, a vivir o morir.
Los primeros años de mis 20, se pasaron en un suspiro.
Hoy, me siento a hacer un balance.
Desde siempre, asocié el futuro con un positivismo claro y pujante. Lo desconocido, lejos de paralizarme, siempre me generó expectativas y se me planteó como un desafío.
Asocié la rutina con lo gris, con lo triste, lo encasillado, lo preestablecido. No se podía improvisar en ese libreto de rutina, no se podía ser espontáneo y salir por las calles a pasear sin rumbo. Había normas que seguir, reglas que acatar y comportamientos que respetar.
Tuve, tengo y de seguro tendré grandes y marcados defectos, poseo grandes tristezas, pero infinitas alegrías también. Tengo solo dos amigas, pero son de las grandes, y acompañan para construir grandes momentos. De mi único amor, solo tengo grandes recuerdos. Todo era grande aunque yo fuera tan pequeña. Todo era grande, todo era mucho. Cuanto más de algo, mejor. El exceso de cualquier cosa era más y mejor, aunque ese exceso me llevará tan abajo después de haberme llevado tan arriba. Exceso de adrenalina, de amor, de vida. No importaba de qué. El punto era el exceso. Aunque a veces fuera de miedo, de tristeza o de soledad compartida, la cual es, por lejos, la peor de todas las soledades juntas.
Lo que sucede es que no me siento una persona políticamente correcta. No sé entablar conversaciones correctas en el ascensor, no sé disimular mi mal humor, ni el enojo ni la alegría. No puedo evitar escupir mis verdades como si fueran las únicas, no puedo callar mi amor porque siento que en eso se me va la vida.
No soy una persona religiosa, no rezo y jamás he ido a misa.
En mí, el desorden es lo más probable, lo mas natural, lo más lógico. El orden es solo una norma impuesta por otros hombres que no saben por donde andar, y necesitan un camino señalado. Yo salgo de casa apurada, cargada de abrigos, sombreros, medias y maquillaje, dispuesta a ganarle las horas a mi día, ganarle con astucia al tiempo maldito que me arrebata las estaciones en el calendario.
Cansada de escuchar críticas y pronósticos anunciando mi pronta madurez, decidí viajar al otro lado de mi mundo.
Vivir lejos del blanco o del negro para mi, era acercarme a la simplicidad de la existencia, sin sobresaltos. Corría el riesgo de despertarme un día y saberme gris, disfrutando como cualquier burgués, de las costumbres cotidianas. Lloraba antes de poder concebir la realidad sin la constante novedad del desconcierto, sin lo nuevo, sin poder asimilar cada cosa nueva como algo maravilloso y excitante.
El día que volví del otro lado del mundo, me senté en el techo de la casa de mamá a mirar los pájaros. Las tejas. Me senté a sentirme más cerca del cielo.
Y así de repente comprendí que llevaba años dando vueltas al mundo, y el mundo dándome vueltas a mi, pero que lo que realmente era yo, seguía intacto en mi. Puse tanto empeño en vivir dentro de ese torbellino que no pude escuchar la otra parte de mi. No puede verme en la quietud, no pude verme entre la multitud.
Era hora de admitir, que yo no quería ser famosa, ni me interesaba ir de prisa exprimiendo momentos para hacer de ellos una gloria. No me interesaba tener una casa con 18 habitaciones ni una colección de autos.
En cambio, yo sí quería, leer un libro por semana, escuchar música acostada sobre el pasto o la arena, jugar con un hombre sincero a que me ame y aprender a amarlo, un trabajo de vocación y profesión, un marido y dos hijos, plantar flores en el jardín un domingo de primavera, protestar por que los precios de la carne suben y por que tus pies están fríos. Quería ir al easy a comprar cosas para arreglar las perdidas del baño, quería hacer las compras del súper con changuito, hablar sobre moda con mi cuñada en la cocina de la casa de mi suegra, mientras ella me mira quejosamente.
Yo quise aprender a vivir con moderación. Vivir, moderadamente, bien. Poder ser razonable, menos impulsiva, pero sin perder mi espontaneidad, quise poder enojarme y divertirme a partes iguales, quise ser feliz y poder estar tranquila y vital, para no olvidarme lo feo que era estar cansada de estar triste y de cargar con tristeza agobiante.
Pero lo cierto es que hoy me despierto y me ataco a preguntas en el vestidor mientras me visto, y me pregunto qué gano, me explico que la vida tiene menos sentido viviendo así de despacio, con paciencia y sin sobresaltos, sin amantes, sin muertes, sin llamados a mitad de la noche, sin insomnio, sin esos amores.
Pero lo cierto es que hoy elijo escuchar a esa otra parte de mi, que me recuerda que vida, es esto que tengo. Esto del amanecer cotidiano, de desayunar en pijama dos tostadas con mate, y esto de tener tres o cuatro defectos. Pero que esos defectos, me hacen bonita y hermosa, porque son reales y porque son míos. Porque son de verdad.


             Y como todo va y viene, y se recicla, y sigue su curso, y fluye, lo que soy o quiero ser
                         volverá indefectiblemente, a despertarme de la tranquilidad y
                                              me hará romper todas las normas.

Repercusiones

Anoche quedamos en que pasaba por su casa a buscarla y de ahí nos íbamos al barcito de siempre.

Cuando entré, me miró y sonrió observante.
- Estas distinta. ¿Qué te hiciste?
- ¿Distinta?
- Si…no sé. Estas muy linda.
- Bue, gracias amiga..podrías decir que siempre soy linda.
- Sí, sí. Eso obvio. Pero estas como…descomunalmente linda
- ¿Qué te pasa? ¿Te volviste torta?
- No, no boba. ¿Qué te hiciste?
- Nada…no sé. Será el pelo. Me lo lavé dos veces con shampoo.
- No. No es eso. ¿te hiciste limpieza de cutis?
- No. Pero tengo un kilo menos que la semana pasada.
- No. Va…si, estas más flaca. Pero tampoco es eso.
- Me dí dos manos de esmalte.
- Tampoco. Estas…estas como….rara. brillas.
- Wow. Como Pantene!
- No sé. Insisto. Estas rara.
   Nos sentamos en el sillón y notaba que me miraba de reojo, así con la cara expectante.
   En eso me pregunta
- ¿Fuiste a cambiar el pantalón al Shopping?
- No. Estuve toda la tarde en lo de Nico.
- ¿Qué Nico?
- El mocosito…
- ¿eh? ( con cara de WTF??)
- Si sí. Nico…el pendejo.
- Ahhhh. Te lo curtiste!…eso era.!! Era eso lo que tenías.
Y la muy guachita se levanto y fue caminando hasta la pieza susurrando por lo bajo…eso era…eso era…


                        Hay veces, que tener una amiga como N…me cambia la existencia.

sábado, 12 de junio de 2010

Un partido fair play

Después de meses de abstinencia, la imaginación y el deseo hacen meseta. El primer tiempo es durísimo, pero si una esta convencida que se ha cansado de comer por comer y de coger por coger, sabe que es mejor esperar por una noche que nos brinde algo más que el placer mecánico de las penetraciones.
Pero lo cierto es que, también después de tantos meses, uno empieza a cansarse de esperar y mira la heladera 25 veces en una hora buscando “eso” que no esta.
Caducado mi proyecto de amor a la distancia y sin planes de renovar una esperanza de amor, me dispuse a aceptar la invitación del mocosito.
Nico es fuchibolero. Es de esos que ve Argentina-Nigeria, pero también EE.UU-Inglaterra. Y si hubiese uno donde juega Indonesia-Noruega también lo vería. Fuchibolero. Sin duda. De sangre.
Lo cierto es que me vino al pelo el espíritu mundialista y jugamos toda la tarde un partido laisse faire para festejar el triunfo de la selección nacional.
Volví a casa un poco adolorida y algo asombrada de mi misma. Me duche y subí el volumen de la música. De un momento a otro me encontraba bailando como loca en el living de mi casa, esbozando sonrisas y movimientos dignos de un buen perreo.
No queda otra más que admitir, que, lo que le faltaba a mi vida era…sexo. Simple como eso. Necesario como eso.
Ahora me siento relajada, mi sonrisa esta más bella, el dolorcito del cuerpo me sienta bien. La piel esta tersa, brillante y mis feromonas seguramente se detectan a kilómetros de aquí.


Mi msn se conecta automáticamente y veo que ese hombre con el que hasta la semana pasada era mi amor más virtual estaba conectado. No pude evitar pensar que esto quizás sea todo un simple y vil engaño.
Nico cogió conmigo y yo quise hacerle el amor a F.
En un intento por borrarlo de mi deseo puse mi mayor empeño en compartir algo tan íntimo como mi desnudez y mis gemidos con otro hombre. Hombrecito mejor dicho.
No se si es la mejor técnica, pero al menos, tuve una tarde que me estampo una sonrisa y me dejo radiante.
Es cierto, por experiencia de muchos puedo afirmar que un clavo no saca otro clavo, pero como parece que ese clavo de atornillo, solo me queda tirar abajo la pared.


                       Al fin y cabo…A rey muerto…Rey puesto carajos!

Extraviados

Todos mis sueños se quedaron sin final feliz

entre almohadones y cartas que ya no decían nada.
La noche que entendí que debía dejarte ir y hacerme a la idea de vivir sin ti
los termómetros estallaron en mil pedazos y se congelo mi alma.
El otonio se hizo invierno de pronto y la tempestad me conquisto.
Y no hubo brazos que cobijen ni sanen
Yo no quise buscarte y vos no quisiste encontrarme
Yo no quise encontrarte y vos no quisiste buscarme
Pero lo cierto es que todo resulto en encuentros y búsquedas que llevaron a otros encuentros.
Encontramos miedos, desesperaciones, amores, pasados, mochilas y viajes. Sonrisas, compañías, y muñequitos en color verde.
Sin rubor, sin sombreros, sin vestiduras, sin amarras y sin rostros. Sin piel.
Y no alcanzo. No fuimos suficiente para este amor.
Ahora no queres encontrarme y yo no se como buscarte
Porque en un punto de junio otoñal, nos extraviamos, y nos soltamos.


                      Porque en un punto de este junio otoñal, perdí mi Final Feliz

viernes, 11 de junio de 2010

Piropo del centro # 1

¿ Y vos de que juguetería te escapaste muñeca?

Anhelos de segunda temporada

Que el tiempo pase rápido y solo comience a recordarte con sonrisas. Que antes de dormir no me visiten los fantasmas de tu rostro. Que las manos acaricien dulcemente y los labios no se partan por el frío, el desconsuelo y la desesperanza.
Que las bufandas me abriguen, que el demonio del invierno no se coma mi alma, que vuelvas rápido y temprano, o que te vayas de la misma forma.
Que no me duelas, que no me marchite, que mi sonrisa no se vaya contigo, tras tu rastro y tu encanto. Que no me ganes la victoria, que no me regales la guerra.
Que nunca jamás, me gane la indiferencia por nuestros recuerdos, que siempre seas lo que sos hoy.
Que lo que tus palabras germinaron, crezca y se coseche por quien lo merezca. Que tu sonrisa no sea leve, que el sol te abrigue, que la distancia nunca crezca.
Que tu caminar sea dulce, menguado, que tus ojos algún día se crucen con los míos. Y que en un momento, nos envuelva todo eso que quisiera, lo hiciera hoy.



                                 Podrías enamorarte, dos veces, de la misma mujer?

jueves, 10 de junio de 2010

Tacticas

Me hago llamar de otra forma. Salgo borrosa en las fotos. Me convertí en polvo. De a ratos creo ser invisible. De a ratos, hasta dejo de existir. Viajo sola. Estaciono donde esta prohibido hacerlo. Rompo reglas, espejos, cartas. Hago fotografías de mis pies con la ilusión de recordar el camino. Hilvano palabras para una despedida no premeditada. Dejo en suspenso mis vuelos diarios y elijo caminar hasta la oficina. Cambio de colores, de prendas, de dormitorios. Pongo una almohada extra, borro contactos de mi celular, cambio de email. Uso maquillaje para disfrazar la tristeza. Extraño y maldigo a partes iguales. Cambio fotos, frases, horarios, Busco palabras, recuerdos, olvidos. Lloro desde lo escrito, desde el vacío de lo que no se dijo. Y digo todo lo que debería haber sido dicho.

                                                         Aun así, todo sigue igual.