No podré jurar que eran mentiras las cosas que enumeré de vos una a una.
No podré disimular la decepción en las miradas cuando en el tiempo alguien te nombre lejano y te traiga de lo lejos.
Querré olvidar tus ojos y tu boca lúdica. Tus palabras conjugadas a la perfección, como salidas de mi manual.
Solo en sueños volveré a jugar con vos. Uno a uno los días de un mes. Tal vez uno a uno mas de los seis meses del año.
No me arrepentiré de las ilusiones a mitad de camino. Entre tu ciudad y la mía.
Pero borraré uno a uno los sentimientos que marcaron cada momento. Arrasaré como caníbal mi memoria para volverme flor virgen nuevamente. En un otoño temprano.
