domingo, 2 de octubre de 2011

Ufa

Escribí tu nombre en la servilleta del restoran donde almorcé


En el barquito de papel que solté en el río.

Te lloré sobre las almohadas que tenían tu olor.

Te odié, te maldecí y te volví a querer en la misma noche.

Te hablé dormida. Creyendo que estabas ahí.

Te escribo en mi blog, en mi cuenta de Facebook y lo haría en Twitter si tuviera.

Te mando textos a un celular que está apagado.

Te grito palabras que retumban en el eco de tu vacío.

Extraño tu mirada.

Extraño los desayunos compartidos.

Los amaneceres a las 6 am

Recorrerte el rostro con mis yemas mientras dormís.

Extraño jugar con vos.

Disimular mis puntitas de pie. Besarte inocentemente.

Cocinar para vos. Aprender a quererte.

Extraño verte.