lunes, 8 de noviembre de 2010

Superficies de placer

Nada personal. Es simplemente hormonal. Quiero verte. Necesito verte.
Quiero besarte. Recorrerte. Más que hacerte mío, hacerme tuya.
Porque desde que te conocí, ya no soy mía.
Mis deseos son tan tuyos. Mis fantasías cobran vida sobre las sábanas por las noches
y rechino los dientes de placer en las mañanas.
No es algo personal. Es simplemente hormonal.
Es mi cuerpo que está cansado de buscar donde guarecerse.
Donde volcar uno a uno los besos que me guardo. Los secretos que me callo.
Los verbos que alucino a la distancia.
Es mi deseo que clama por piedad. Es mi pubis quemando, latiendo, contrayéndose.
Son mis pechos entumecidos. Mis labios quebrajados. Mi ser sexuado.
Nada personal. Simplemente hormonal.
Desearte como sé que te tendré. Con la boca deseosa.
Con los labios dispuestos, con el miembro tieso, tu desesperación a flor de piel.
Bajo mío. Sobre mí. Contra mí. Por detrás. Como tomándome tuya. Haciéndome nuestra.
Tu saliva sobre mi piel, mis pies pequeños contra tu pecho, mis cabellos sobre tu espalda, mis ojos todos sobre ti.
Te quiero entero. Mío. Todo mío. Entero.
Rellenando mi ser. En cada espacio. En cada hueco. En la superficie. En lo profundo.
Fuerte y suave. Violento sobre mí. En nuestro lenguaje obsceno.
En nuestro lenguaje nuestro.
Esta vez con ojos y con piel. Conmigo ahí. Sin ella. Yo, con vos. Con todos mis órganos vivientes y latentes, centrados en vos. Orbitando sobre mis deseos y tus necesidades. Sobre el piso, duro contra el piso quieto. Inmutable. Sosteniéndonos.

Chuparte.                    Lamerte.              Absorberte.
                 Verte.                        Tenerte.
Besarte, comerte un poco. Quedarme con una parte de vos en mí.
Sentir tus partes sobre todo mí. En todo mí. Adentro de mí.
Traspasarte. Quedarme en vos. En una parte de vos. Escindir mi deseo y mi persona. Para que una parte juegue de vos, mientras la otra te aprehende. Aprehenderte mientras te deseo mío, aún a pesar del paso del tiempo.
Volveré a vos, sabiendo que esto es una mentira.
Que no hay nada de hormonal en esto.
Pero sí, todo un asunto personal.

7 comentarios:

Pablo dijo...

Por supuesto! Coherencia sobre todas las cosas...

Muy buen relato!

UN Beso!

Anónimo dijo...

Upa...
Una fuerza inmensa, casi diría furia pero creo que no. Furia no.

Muy bueno...

Demy dijo...

Cuando se trata de pasión, usás las frases exactas, celebro tus textos tan visuales.

Besos.

Amor primario dijo...

Pablo: Veo que aprendemos rápido. Beso con mayúscula!.
Creeme, no siempre uso la coherencia, aunque así te suene. Beso.

Oscuro: Opa..con O, sino, te figuro pidiendome upa..jaja. Alzarte a vos me suena peligroso. Y tenes razón. No es furia. Es todo un torbellino.

Demy: Llene los vasos y brinde por lo que nunca será! Que siga celebrando con las copas llenas. Besos!

Lolita y El Profesor dijo...

Llámase pasión y, si algo no tiene, es coherencia.
Es, y nada más.
Expresada con excelencia, por cierto.

El Profesor

Anónimo dijo...

esta me encantoo!!

Amor primario dijo...

Profe: Gracias por lo de la excelencia! Todo un cumplido. Y lo cierto es, que Amor, carece de coherencia. Por eso mismo, soy lo que soy!..

Charlotte: Muy glam tu nombre. Me copa. :) Y me alegro que le haya encantado. Las letras, a veces, suelen tener esa magia. Beso niña...