Y vivo cada dia, casi que minuto a minuto, pensando en lo que haria mi otro yo.
Ese que es risuenio, divertido, alegre, compasivo, amoroso, sexual y un poco animal.
Y eso frustra. Eso cansa, enferma a veces.
Es un circulo permanente el de vivir pensando o imaginando lo alegre y feliz que seria mi vida si tomara desiciones basicas distintas.